Nación Huaylas y sus límites

Existen pocos estudios sobre la cultura Huaylas o la Nación Huaylas, conquistada por el imperio incaico entre los siglos XV y comienzos del siglo XVI.

El historiador Augusto Alba Herrera, en su obra La provincia de Huaylas en la historia, ofrece información valiosa que rescatamos en este artículo.

Según cronistas españoles, la identidad huaylina fue muy fuerte, ni la violenta conquista del ejército inca pudo erradicar por completo su idiosincrasia. Al límite de considerarlos una amenaza seria al Tahuantinsuyo.

Eso habría motivado al inca Huayna Cápac a tomar estratégicamente como esposas secundarias a las hijas de los líderes principales.

Contarhuacho (hija de Pomapacha, curaca de Hurin Huaylas) y a Añas Colque (hija de Huacachillar Apo, líder de Hanan Huaylas). Solo así crearon un símbolo de integración entre ambas culturas.

El Nombre Huaylas

Según la investigación de Augusto Alba, el nombre Huaylas provendría de la voz quechua “huaylla” que significa prado y/o verdor.

Pues descubrió que, en el virreinato, la palabra “Huayllash” era asociada a términos como: buen pasto, tierra primaveral, valle de deslumbrante, matiz de verdor, paisaje de belleza permanente y más.

Así lo escribió el jesuita Diego Gonzáles Holguín, en el libro “Lexicón o vocabulario de la lengua general del Perú, llamada Quichua”, publicada en 1560.

Límites y divisiones de Huaylas, versión popular

Esta sería la versión más popular o antigua de los límites de la llamada nación Huaylas, basada principalmente en investigación del historiador Valdemar del Socorro Espinoza Soriano.

Hurin Huaylas o el feudo de Contarhuacho se extendió desde Lacramarca en Macate (al norte) hasta la margen derecha del río Pariahuanca en la Cordillera Blanca y el río Purhuay en la Cordillera Negra.

La ciudad más grande y por lo tanto importante de esta nación, era Atun Huaylas (hoy distritos Huaylas y Santo Toribio).

Hanan Huaylas o feudo de Añas Colque (al sur) era desde el margen izquierdo del Pariahuanca (provincia Carhuaz) hasta el margen derecho del río Fortaleza (que separa la provincia Ocros y el distrito Pativilca de Lima).

Dicha división se mantuvo en el virreinato y ayudó en la administración religiosa: el Hurín Huaylas estaba guiado por los dominicos, y Hanan Huaylas por el clero regular.

Información basada en el Archivo General de Indias (Sevilla, España), brindada por Francisco de Ampuero e Inés Huaylas Yupanqui, cuando solicitaron a la Corona el repartimiento de Huaylas.

Últimas investigaciones sobre los límites y divisiones de Huaylas

El arqueólogo Jesús Maza, recomendó a este espacio tomar con cautela dicha información o versión popular, ya que existen investigaciones que aseguran una nueva figura en dicha demarcación territorial.

Así tuvimos acceso de primera mano de Marina Zuluaga Rada, destacada historiadora dedicada al estudio de América Latina y catedrática de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Ella realizó estudios de maestrías y doctorados más recientes con amplia información sobre la organización socio política andina de la gran nación Huaylas de los siglos XVI y XVII.

Las guarangas y el señorío Huaylas:

En la época pre inca, el gran territorito del Callejón de Huaylas estaba dividida en tres reinos o confederaciones: Huaylas (Tocas, Huaylas, Matos, Guambo, Echash y Rupa), Huaraz (Allauca Guaraz e Icho Guaraz) y Recuay (Ichopomas, Allaucapomas, Ichochonta y probablemente Marca).

 

Cada guaranga tenía una personalidad o identidad propia que se distinguía de la otras, no solo por nombre, sino por su identidad, cultura e historia cuya autoridad y liderazgo recaía en un curaca (antepasado mítico religioso o militar).

Las guarangas fueron para los incas una organización política decimal , intermedia en la importancia dentro del sistema de poder, formada por 1000 unidades domésticas. Aunque no necesariamente con esa cantidad de tributarios.

Así el señorío inca llamado Huaylas era un territorio conformado por 12 guarangas o curacazgos indios: Tocas, Huaylas, Matos, Ecash, Rupas, Guambo, Ichochonta, Ichopomas, Allaucapomas, Marca, Allauca Guaraz, e Ichoc Guaraz.

 

Pero lo incas, dividieron el reino Huaylas en dos grupos de guarangas: Hanan Huaylas (Tocas, Huaylas, Matos, Ecash, Rupas y Guambo) y Hurin Huaylas (Ichochonta, Ichopomas, Allaucapomas, Marca, Allauca Guaraz, e Ichoc Guaraz).

Encomiendas de conquistadores:

Pero desde el año 1534, los españoles agruparon las mismas guarangas dividiéndolas en tres encomiendas, dejando el mapa muy similar a la etapa pre inca:

Huaylas encomendada a Francisco Pizarro (Tocas, Huaylas, Matos, Ecash, Rupas y Guambo) gracias al matrimonio con la noble Quespisisa.

Recuay es encomendada a Gerónimo de Aliaga (Ichochanta, Ichopomas y Allaucapomas), y Huaraz a Sebastián de Torres (Allauca Guaraz, Ichoc Guaraz y posteriormente se apropia de Marca).

Corregimiento y reducciones

La división de los tres conquistadores españoles fue eliminada en 1570 por la corona española, a través el virrey Francisco Álvarez de Toledo y Figueroa, que nombra a Huaylas como un corregimiento.

Este corregimiento Huaylas estuvo dividido, en cuatro reducciones, cada una con localidades jerarquizadas religiosas que hoy podemos reconocer como capitales:

Huaylas (Guambo – Yungay), Recuay (San Ildefonso de Recuay), Huaraz (Ichoc y Allauca Guaraz) y Marca.

 

Es decir, las doce guarangas preincas mantuvieron su división territorial, pero ya eran jerarquizadas por núcleos o unidades (modelos urbanos de ciudades, pueblos de indios y asentamientos) como sistema de organización política y social española.

División que básicamente sirvió para sectorizar la cantidad de personas o familias con la capacidad de rendir tributos al reino español.

Estas reducciones eliminaron el poder de curacas (legados místicos) y curas, así el reino español reconoce a caciques como grupos de elites y cabildos de indígenas renovados cada dos años.

Los caciques en teoría tenían la función de recojo de tributos y organización de mitas. Mientras que los cabildos eran órganos colegiados de poder administrativo y judicial encabezado por un alcalde.

Este artículo es una de las tantas razones por la que José de San Martín y Simón Bolívar mantuvieron el nombre Huaylas a este estratégico territorio que pocos conocen, muy pocos valoran y muchos se esfuerzan en no merecerlo.

Notas del segmento Historias:
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