La Ñusta de Huaylas

En nuestra provincia, eligen anualmente a una Ñusta, para recordar y rescatar la importancia cultural de dicha mujer en la historia y así inició esta tradición.

La “Ñusta de Huaylas” busca revalorar la historia inmensa historia huaylina y otorgar un título que represente verdaderamente nuestra tradición.

Por esa razón, las jóvenes elegidas (y candidatas) no solo representan belleza, sino reconstruyen la vestimenta típica y conocimiento cultural.

Razón de la tradición

Existen numerosas referencias sobre la existencia de mujeres líderes de sus señoríos, que ejercían directamente el poder.

Un caso conocido es Contor Huacho, curaca y señora de los Huaylas, mujer secundaria del inca Huayna Cápac. De esa unión tuvieron dos hijos.

El primero, un varón que murió a corta edad, y una mujer llamada Quispe Sisa (Flor de diamante) que al bautizarla cristiana llamaron Inés Huaylas Yupanqui.

Cuando Atahualpa es apresado en Cajamarca, Quespi Sisa parte junto al español Francisco de la Fuente para reencontrarse con su hermano.

Se cree que la alegre y graciosa ñusta atrajo la atención de Pizarro, ya que éste la llamaba Pizpita, comparándola con una avecilla coqueta y alegre que solía admirar en España. Es así que Atahualpa la entregó como esposa.

Tradición de aquella época, pues las hijas habidas en las esposas secundarias del Sapan Inca “servían” para iniciar o mantener lazos de parentesco y reciprocidad con jefes militares o con los señores de estados.

Quizá Atahualpa pensó que, al entregarla como esposa, éste no le mataría o establecería una alianza entre los invasores.

Pizarro y Quispe Sisa se unieron bajo un ritual de matrimonio incaico, y de dicha unión nacieron 2 niños:

La primera nació en 1534 y la llamaron Francisca, considerada la primera mestiza noble en nuestro territorio. Luego, en 1535 nacería Gonzalo, quien moriría a los 9 años.

Tras el matrimonio y posterior bautizo de Quispe Sisa, ella tomó el nombre de Inés Huaylas Ñusta.

Inés en alusión a la hermana y abuela paterna de Pizarro, Huaylas por el lugar de procedencia y Ñusta por pertenecer a la nobleza real incaica.

En 1538, Francisco Pizarro e Inés se separaron. Muy pronto la ñusta establece matrimonio con Francisco de Ampuero, con quien tendría 3 hijos.

Pizarro muere en 1541 y Francisca fue enviada a España a pedido del rey en 1551. De la muerte de Inés no se sabe la fecha exacta, ni el lugar donde fue enterrada.

Las primeras ñustas

La primera Ñusta de Huaylas fue Jenny Menacho Agama, nombrada en 1979 dentro de la agrupación folclórica el “Llampa de Huaylas”,

Ella nos representó y ganó la elección de la reina del Turismo de Ancash que se realizó en Huaraz, pero si hablamos de la tradicional elección que todos conocemos, la primera Ñusta fue Carmen Villegas Murga en el año 1987, dentro de la cuarta Semana Turística de la Provincia de Huaylas.

Dicha elección se gestó gracias a la investigación e iniciativa de José Malca Landavery y con la asistencia de Gloria Agama institucionalizaron dicha elección.

Quizá sea necesario remarcar que en las primeras ediciones de la Semana Turística eligieron a la “Señorita Turismo”.

Por ello tiene una trascendencia histórica muy importante, y que Don Pepe Malca y Gloria Agama supieron rescatar.

La elección

Primero eligen a la Ñusta de Huaylas a través de un jurado, entre jóvenes representantes de distritos huaylinos, barrios de Caraz, empresa e instituciones.

Luego, en el mismo evento o una fecha posterior, realizan la ceremonia de la Unción, que es un ritual que simboliza el reconocimiento y veneración de la nación Huaylas, que consideró a la ñusta como máxima representante de los pueblos huaylinos.

La Ñusta de Huaylas, vestida con una cushma es shojmada. Concluido el acto, las mamacunas (mujeres de su entorno), hacen bajar a la Ñusta con el rostro cubierto con una manta ceremonial.

Delante de ellas va el alcalde pedáneo principal y los demás alcaldes pedáneos y varayocs del Callejón de Huaylas. Ellos con sus respectivas esposas portan regalos.

Luego, las mamacunas colocan un manto en la espalda del alcalde pedáneo principal para que este pueda retirar la manta que cubre el rostro de la Ñusta.

Enseguida, comienzan a vestir a la Ñusta.

Recuay, ofrece las rurimpas de colores o polleras interiores. Huaraz, ofrece la pampanilla y el justán blanco.

Carhuaz, ofrece el anaco y wachucu. Yungay, ofrece el cotón y la chuspa.

Caraz, ofrece la lliclla que es de color de azul, en representación a nuestro cielo; y los collares con cuentas de colores, las cuales van atadas con cintas de galón.

Ya vestida. Ingresa la ñusta pasante para entregar el llauto, símbolo de la realeza incaica, y el champimazo que otorga el mando supremo.

Con el atuendo y las herramientas de poder, la Ñusta de Huaylas recibe los tributos de los pueblos.

Recuay, Huaraz y Carhuaz entregan de sus varas, Yungay el rosario y el culebrillo; Caraz obsequia la chicha y el chinchimalli.

La ceremonia actual remarca o presenta a las capitales del Callejón de Huaylas. Por eso existen algunas recomendaciones o propuestas para ampliar la convocatoria de candidatas, tomando en cuenta la demarcación territorial de la nación Huaylas.

Notas del segmento Tradiciones:
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