Su origen es fruto de fusiones con otras escuelas que existieron en la ciudad y su fecha de aniversario tiene como referencia a la recordada Escuela Primaria de Varones 321 o “La Escuelita”.
La historia sandovalina inicia con la unión de las escuelas de educación primaria municipal “San Melchor” y “San Pedro”.
Así el 1 de junio de 1905, la Escuela 321 inicia sus actividades con Constantino Pedro Jaramillo como director y Alfredo Ángeles Ángeles como auxiliar.
Denominaciones y fusiones
Antes de llevar el nombre del ilustre educador Sandoval Torres, el colegio ha llevado otras denominaciones, sea por homenajes o disposiciones educativas dictadas por el gobierno peruano.
En 1943 fue llamado “Octavio C. Olivera”, nombre que asignó el diputado por la provincia Huaylas, Isaías Méndez Muñoz, por un sentimiento de culpabilidad sin intensión.
Octavio Olivera debió ser nombrado en “La Escuelita” por orden de mérito, pero el diputado intervino para que su nombramiento pase a Pallasca, donde falleció por una enfermedad pulmonar.
Otra denominación fue en 1973 a: “Centro Base”, cuando el presidente Juan Velasco Alvarado inicia su reforma pedagógica con los núcleos educativos comunales.
El cambio de denominación y la extensión de su terreno fueron los principales motivos para fusionarse con la Escuela Primaria de Mujeres 322 y 343, la Escuela Primaria 3211, 3305 y 3301, Instituto Industrial de Varones 40 “Daniel Villar”, Instituto de Comercio 47 e Instituto Industrial Femenino 36 “Nuestra Señora de Guadalupe”.
Actual nombre
La historia de cómo y quiénes fueron los gestores las dio Rómulo Pajuelo Prieto en el libro Micelino Sandoval Torres nació para ser grande.
El Ministerio de Educación en el año 1984 dispuso nombrar a los centros educativos con nombres de héroes, santos y educadores notables.
Por eso, el Núcleo Educativo Comunal N° 02, convocó una asamblea de docentes y personal administrativo del entonces Centro Base.
Ya en reunión, el profesor Julio Huerta Velásquez presenta el nombre San Juan, en honor alusión al cerro emblema de la ciudad.
Otro nombre que propuso fue José Antonio Encinas, ya que muchos docentes de la época fueron alumnos del reconocido maestro puneño.
Fue ahí que el Raúl Espinoza Ángeles plantea el nombre de Micelino Sandoval, recordando que fue el primer educador de la provincia en recibir las Palmas Magisteriales.
Algunos docentes en esa reunión mostraron rechazo al nombre del destacado caracino, argumentando que no sonaba melódico (fue ahí que crearon el diminutivo “mishicos”).
Pero fue la apreciación serena del poeta y subdirector de Formación General, Román Obregón, que la denominación correcta a todo alumno y ex alumno sería: “sandovalino”.
Por mayoría absoluta la votación cerró eligiendo el nombre de Micelino Sandoval Torres, el 1 de diciembre de 1984, en homenaje al gran legado del educador caracino.
Sus locales
La Escuelita 321 funcionó hasta en dos locales alquilados simultáneamente (en la última cuadra del jirón Mariscal Cáceres y avenida Daniel Villar) mientras construían su propio local.
Los primeros ambientes fueron construidos antes del terremoto de 1970, gestiones de los diputados de la provincia Huaylas: Julio Barcellos, Luis Lúcar y Porfirio Sarmiento.
Es en 1973 que se construye parte de las instalaciones hoy conocidas, que fueron ampliadas en los años 1994, 2006 y 2009.
Himno, insignia y lema de los sandovalinos
Los directivos del colegio requerían un himno que entusiasme a los alumnos, por esa razón en 1989 lanzó un concurso cuyo ganador fue Poliartes Caraz.
Los autores fueron Eugenio Ángeles (letras) y César Escudero (música), pero por más de tres años buscaron sin éxito difundirla y fidelizarla con los estudiantes.
Por esa razón, en 1992, el renombrado poeta Román Obregón fue el encargado de escribir los versos del himno que todo buen sandovalino conoce, y el profesor Taylor Marrou fue el creador de la música.
Coro
Con las manos alzadas al cielo
entonemos el himno auroreal
y orgullosos loamos tu nombre:
¡Colegio Micelino Sandoval!
Estrofa
Nuestros sueños de gloria y trabajo
se remontan arriba al añil:
Micelino nos muestra la ruta
del espíritu firme y viril.
En deportes, cultura y desfiles
nuestro paso es vibrante y marcial,
y es Caraz donde funge la estrella:
¡Micelino colegio triunfal!
La insignia sufrió muchas modificaciones, según las fusiones y designaciones que el colegio recibía.
Se tiene registro que la primera insignia de la Escuela 321 fue creación de Antonio Gonzales Torres que resaltaba los colores de la bandera nacional.
La insignia actual, que fue presentada al público en 1983, gracias a la creación del profesor Guillermo Fernández Lucano, y tiene como base la insignia del Centro Base que destacaba los colores de la bandera caracina.
“Con excelencia y honor, Micelino es el mejor”: es el lema que creó Félix Rosales Alvarado y que los identifica desde el año 2005, cuando celebraron 100 años de creación.
Es así que el emblemático y centenario colegio “Micelino Sandoval Torres” encierra su propia mística.
En pocos años han logrado formar una identidad que se refleja en su festividad, una de las más importantes y multitudinarias en la ciudad.
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