Lorenzo Pichoche Milla, aunque no reconocido oficialmente, es uno de los últimos patrimonios culturales vivos de la provincia Huaylas, cultor de nuestra música autóctona.
Nació el 22 de julio de 1932, en Marca, estancia de la Cordillera Negra y del distrito de Pueblo Libre.
Es en Marca, gracias a Cirilo, su hermano mayor, que influye en Lorenzo Piscohe el gusto por la música tradicional que acompañaban fiestas, ceremonias religiosas y rituales de la zona.
En sus labores de pastoreo encargadas por sus padres Víctor Piscoche y Josefa Milla, donde el pequeño Lorenzo empezó a conocer y dominar más de 10 instrumentos musicales de vientos nativos.
Ya en 1940 el pequeño Lorenzo participaba en festividades con grupos de danza Shacsha y Huanquilla. Fue un destacado danzante de shacsha a los 13 años.
Autodidacta, empeñoso y disciplinado. Lorenzo siempre vio ejemplos en los músicos mayores de la zona; a ellos ayudó a cargar y trasladar instrumentos a cambio de adquirir conocimientos.
Amigos y familiares cuentan que dichos músicos por la fiesta, la algarabía y el compartir, se embriagaban y dejaban de tocar muy rápido, y es donde Lorenzo Piscoche los reemplazaba.
A los 15 años ya era integrante destacado de diferentes grupos de música autóctona, los pueblos de la provincia y el Callejón de Huaylas ya lo conocían.
Así Lorenzo Piscoche llegó a los 18 años como el mejor ejecutor o maestro de roncadora, flauta y chiska común, chiska, violín y tinya para shacsha, clarín, caja para flauta, huanquilla, rayán, mandolina y quena.
No solo dominaba los instrumentos, en muchos casos los elaboraba.
Dos leyendas
Su fama o reconocimiento entre los pueblos y festividades tradicionales, llevó a conocer en el año 1966 al gran José Malca Landavery, patriarca del folclor huaylino.
Con José Malca y Gloria Agama, al unir talento, inteligencia y conocimiento, alcanzaron un nivel de prestigio y reconocimiento en el ámbito cultural jamás repetido en nuestra historia huaylina.
Así, mano a mano, Lorenzo Piscoche, en 1970 gana el concurso nacional de roncadoras como solista, que lo llevó a grabar un mini álbum en 1972.
En 1974, como músico acompañante del “Koullur Danza”, ganan el primer lugar del II Festival Folklórico Nacional INKARI.
En 1975 es parte de la delegación caracina que ganó el trofeo “La Uzuta De Oro” en el V festival Internacional Festidanza de Arequipa.
Premió que motivó a formar o cofundar la legendaria agrupación folklórica “El Llampa de Huaylas”.
Con el Llampa de Huaylas, Lorenzo recorrió el país difundiendo nuestra milenaria tradición.
En 1985 colaboró con el estudio musicológico de la alemana Elisabeth Den Otter, en su libro “Música y danza de indios y mestizos en un valle andino del Perú”.
En 1993, Lorezo Piscoche es uno de los protagonistas del libro: “Ancash y su policroma indumentaria”, escrito por José Malca, joya bibliográfica que pocos tienen el privilegio de coleccionar.
Aún con el amplio recorrido y con el gran nombre construido, don Lorenzo Piscoche nos enseña que la nobleza y humildad es virtud de personas sobresalientes.
A sus 90 años, el único sueño es continuar un legado que no debe perderse y que muy pocos buscan cultivar.
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